domingo, 1 de noviembre de 2015

imaginacion a velocidad luz

Viajando sentado
con el pecho calmado,
viaja el muchacho
con el pensamiento templado.
Tiene medio rostro alumbrado
por el alba naciente,
y entre tantos ojos penados
los suyos se encuentran resplandecientes.
Cruzamos miradas que ardían
y lo único que me dice es una sonrisa.
Un escalofrío me aniquila mientras
mi mente entre deseos se regocija.
Y pude imaginar sintiendo su piel
erizandose en su cuello
entre las lineas de mis labios
húmedos palpitando el sabor de su placer,
pude respirarlo y exhalarlo,
probar el sabor edulcorante de su sudor,
sentir la temperatura candente entre mi lengua
y tambien en mis dientes.
¡Me dieron tantas ganas de llevarlo a la verdad!
que sólo aprete fuerte mi mandibula
y dejé de imaginar.
Mientras tanto se prepara,
pues su descenso es la proxima parada,
ahora su rostro se ve por completo
y lleva, claramente, mi marca en su cuello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario