Declaro hoy, 27 de Marzo de 2014 a las 2:23 de la mañana el peor día de mi vida.
El karma me cogió de parado.
Todas las pocas ilusiones que tenian se me cayeron al piso.
Finalmente voló.
¿Finalmente?
¿Por qué es tan dificil dejar ser?
Yo te lo permití y soy totalmente consciente del sentimiento egoista que ahora me emerge. Por eso están mis palabras, por eso tengo este espacio, un espacio pequeño, diminuto. Un espacio que casi nadie lee y que tampoco importa que lo hagan, porque es mio. Y puedo descargar en él todas las ideas que se me plazcan, desde la más burda y absurda, hasta la cosa más triste y mas bella.
El punto es que, en este momento mi corazón es una licuadora y dentro de ella se baten muchos sentimientos, sentimientos que repudio, sentimientos que duelen, placeres, confusiones, en fin, son muchos pensamientos para una sola cosa.
Pero lo que más me molesta de todo es el no poder aceptar, aceptar de una re puta vez, que te tengo que soltar, desatarme el último nudo que sostiene tu alma de la mía y verla subir por las montañas hasta llegar hasta el paraíso que alguna vez imaginaste, romper mis tímpanos en mil pedazos de un llanto una última vez más, ponerle la última flor a la tumba de este sentimiento tan preciosamente egoísta que era sentirme al lado tuyo; sentarme al lado tuyo. Y cuanto más y más vuele tu alma, más feliz también me voy a sentir, porque te amo tanto, benditamente tanto, que dejarte ser y hacer todo lo que vos siempre quisiste ser, es lo único que me alcanza para que me sigas haciendo brillar con toda tu dulce luz.
No. No es para nada fácil. Pero voy a intentar desatar este nudito todos los días, y eso tiene que empezar ya. Dejar de pensar un poco en vos me va ayudar, el cambio empieza por mi y ahora.
Hoy, en el peor día de mi vida, al fin voy a dejarte mas tranquilo.
Al fin me voy a dejar más tranquila a mi.
Por un lado es un delirio, casi una paradoja. Por otro lado es un total alivio.
Y para que nos demos cuenta esta será la última vez que te nombre en mi blog directa o indirectamente. Es una promesa a mi misma. El hasta luego más largo de mi vida, quizás un puto y ácido adiós.
Bueno, no te molesto más,
de verdad. Besito.